Es él, él que me arropó
cada noche que hacía frío. Al que no le importo tragarse mis mares de lágrimas.
Él que es absolutamente feliz con una medio-sonrisa mía. Una de
esas pocas personas con las que puedes contar SIMPRE, pero SIEMPRE con mayúsculas. Con el que me enfadé mil veces, pero me reí
un millón. Él único capaz de aguantarme día tras día. Él que nunca me ha podido
negar nada si iba acompañado de una sonrisa. Es él, y es único. Es el hombre al
que más quiero en mi vida. Es al que veo cada mañana doy un beso en la mejilla
y digo: ¡Buenos días papá!
No hay comentarios:
Publicar un comentario