lunes, 22 de octubre de 2012

Ella ha empezado a ser mi debilidad


Y aquí estamos ella y yo otra vez solas. No quiero ni mirarla, la he cogido miedo. No quiero oír lo que me va a decir no quiero sentirme como me va hacer sentir.

Y pensar que no hace tanto ella y yo nos queríamos, nos llevábamos muy bien. Desde pequeñita mi madre me dijo que ella siempre sería mi mejor amiga, que teníamos que respetarnos. Y ahora………

La miro y ella me está mirando con esa cara de asco que me tiene hundida. Me grita”FEA GORDA NO SIRVES PARA NADA”. Estoy a punto de echarme a llorar. Delante del resto me hago la fuerte, pero con ella no puedo, nos tenemos demasiada confianza. Sabe donde darme para hacerme daño, me conoce mejor que nadie. Es la más consciente de todas mis virtudes, pero también de todos mis defectos y últimamente no para de recordarme estos últimos. No sé por qué pero me tiene totalmente controlada; a mí, la que presume de pensar por sí misma y ser independiente. Y es que solo quiero complacerla. Si me llama gorda dejo de comer, si me llama fea me maquillo hasta no parecer yo, y esto me está matando por dentro.

Tras pasar un rato más mirándola oyendo todo lo que me grita y reflexionando sobre la mierda que soy, me despido de ella con la autoestima un poco más baja. La miro por última vez e intento sonreírla, ella me imita. Pero ya nada es igual que antes. La sonrisa de la chica de detrás del espejo no ha vuelto a ser la misma desde que dejé que la sociedad dirigiera sus  pensamientos.