Poco a poco me voy
dando cuenta de que lo bueno se acabó. Te has esfumado y aun no sé si has sido
más que una ilusión. No puedes imaginar lo que echo de menos mirar esos ojos
negros y encontrarme con esa mágica sonrisa tuya que ya me jugado alguna que
otra mala pasada. Y es que es tan extraño echar de menos algo que nunca ha
ocurrido que a veces no sé ni que hago aquí. Pero cariño, el rímel está muy
caro para que yo sigua llorando por ti como una tonta. Sé que aunque me cueste
mil noches en vela y cien botellas de ron pasaré página y aunque es imposible que
encuentre uno como tú, encontrare uno del que enamorarme. Con el que subir a
tres metros sobre el cielo sin tener que hacer aterrizajes forzosos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario