martes, 22 de mayo de 2012


Querida princesa:


Haz el favor de quitarte ya el vestido rosa pomposo y la corona, y ponte la camiseta con escote y los pendientes  de aro que te sientan tan bien. Deja de lamentarte y fingir que no sabes lo que vales porque, cariño tú no tienes precio. No me esperes más porque he preferido a la puta de la esquina  que a la princesa de la torre. Y deja de buscarme mi niña, es imposible que yo te haga más feliz que tus queridas amigas y todos esos caballeros andantes de una noche. No te preocupes,  todo saldrá bien, la vida dejará de ser tan puta y te enamorarás pero no de alguien como yo  sino de un príncipe rojo, verde o quizás amarillo. Y, sobre todo, no pierdas nunca esa estúpida  sonrisa que es tu mayor tesoro.

Atentamente:

                            Tu príncipe Azul.

No hay comentarios:

Publicar un comentario