lunes, 7 de mayo de 2012

No necesito príncipes azules, campanadas a las doce o estúpidas hadas madrinas para tener mi "felices para siempre"


Estoy empezando a pensar que ese universo nuestro no era más que el producto esas copas de más que tantas veces nos tomamos. Y es que me he dado cuenta de que ni soy una princesita ni tú un jodido príncipe azul, porque nunca se nos dio bien llegar a casa a las doce  acompañados de las campanadas.

Pero bueno, lo que de verdad importa son todas las veces que me hiciste sentir como una princesa, todos los sapos que evitaste que besara, esos momentos en los que estuvimos flotando por las nubes y esos besos tuyos que sabían a magia.  

No hay comentarios:

Publicar un comentario